Un escándalo internacional se desató en la noche del viernes, cuando la Policía de Ecuador irrumpió en la embajada de México en Quito para detener al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.

Todo sucedió luego de que el gobierno mexicano le concediera asilo político en medio de tensiones diplomáticas entre ambos países. En un hecho sin precedentes, el Gobierno de Daniel Noboa respaldó el operativo que viola leyes internacionales.

En medio del operativo, y tras ser golpeado por los policías ecuatoriano, Roberto Canseco, jefe de la sección consular mexicana en Quito, se mostró visiblemente conmocionado fuera de la embajada.

"A riesgo de mi vida defendí el honor y soberanía de mi país", aseguró a los medios. “Estoy muy preocupado porque puedan matarlo (a Jorge Glas). No hay ningún fundamento para hacer esto. Estábamos por salir y de repente nos encontramos con policías, con ladrones que entraron en la noche en la embajada”, indicó.