A pesar de las críticas internacionales, Donald Trump está decidido a cumplir con una de sus principales promesas de campaña: la titánica construcción de un muro en la frontera sur con México. 

“Estamos trabajando diligentemente para, si recibimos los fondos, poder empezar en marzo o abril de 2018”, anunció este martes Carla Provost, jefa interina de la Patrulla Fronteriza estadounidense, revelando las intenciones y calendario de quien está al frente de la Casa Blanca. 

Hasta el momento, el Gobierno de Trump ha pedido 1.600 millones de dólares en el presupuesto del año fiscal de 2018 para comenzar las obras de la polémica barrera.  Pero la aprobación depende del Congreso que se mostró más de una vez reacio a financiar el proyecto. 

Trump justifica la construcción del costoso muro en una frontera de 3.100 kilómetros ya que ha acusado a México de mandar “violadores” a Estados Unidos. Además de su habitual estigmatización, Trump aseguró que será el propio México el que pague los costos, algo que dicho país negó de manera tajante.

“El valle del río Grande ha sido una área de explotación de malos actores en los últimos dos años, en la que nos falta mucha infraestructura”, explicó la jefa de la patrulla que vigila la frontera. Y agregó que hay espacios sin control que  facilitan l"a entrada de grupos criminales".