La construcción de un muro en la frontera con México es una de las más polémicas promesas de campaña de Donald Trump y en plan de realizarla decidió que su hombre, para tomar el control al respecto como jefe de Seguridad Interior, es John F. Kelly.

Kelly es definido por los medios estadounidenses como "un halcón" y hasta enero del 2015 había sido el jefe militar del Mando Sur, encargado de las operaciones militares en América del Sur y Central en la lucha contra el narcotráfico y los indocumentados. 

Junto con Michael Flynn, elegido consejero de Seguridad Nacional, y James Mattis, nominado para dirigir el Pentágono, Kelly es el tercer general del equipo de gobierno de Donald Trump; aunque todavía no se hizo oficial su nombramiento.  Kellly, de 66 años, perdió a su hijo en combate en Afganistán en 2010 y ese hecho habría sido uno de los factores que motivó su nominación ya que fuente allegadas a Trump señalan que es clave tener "a alguien que entienda los riesgos de enviar tropas al combate".

El ministerio Seguridad Nacional es el tercero más grande en presupuesto y empleados del gobierno federal de Estados Unidos, con más de 240.000 empleados y encargado de la lucha contra el terrorismo, la protección del presidente y velar las fronteras.