Bill Clinton salía a correr tres veces por semana para desconectarse de la rutina y disfrutaba de la tranquila compañía de su gato Socks para relajarse, Barack Obama elegía la alimentación sana, un descanso de 8 horas y la lectura como forma de aislarse ante las presiones de ser presidente de Estados Unidos pero Donald Trump vino a poner todo de cabeza. 

El  45.° presidente de los Estados Unidos, de 70 años, no se destaca por ser amante del ejercicio ni por mantener una dieta saludable ya que es conocida su predilección por la comida chatarra e incluso el picante de la mexicana. 

Una de las comidas preferidas de Trump
Una de las comidas preferidas de Trump

Según informó el diario El País, Trump se levanta temprano pero dedica al menos unas tres horas a revisar la prensa- con la que mantiene una encarnizada guerra- y las redes sociales donde se destaca como un prominente tuitero para opinar sobre salud, energía nuclear, ISIS o incluso las cualidades de una gaseosa. 

También se destaca su pasión por los canales de noticias a los que muchas veces dedica varios tuits. El presidente estadounidense está generalmente solo durante la semana ya que su mujer permanece en Washington avocada a la educación de su hijo en común Barron.