"No existe mayor injusticia que condenar a un inocente", aseguró Dilma Rousseff en el Palacio del Planalto mientras aseveró que está "siendo juzgada injustamente" y pidió que los ciudadanos "sigan movilizados".  

"Luche mi vida entera por la democracia", destacó Rousseff y defendió su gestión: "Mi gobierno no cometió ningún acto represivo contra movimientos sociales ni manifestantes de cualquier posición política" además destacó: "El destino siempre me impuso múltiples desafíos y conseguí vencerlos. Sufrí el dolor de la tortura y ahora sufro más de una vez. Lo que más duele en este momento es la injusticia".

Rousseff consideró que este es un verdadero golpe de Estado que pone en jaque "el respeto a las urnas y la voluntad soberana del pueblo". Además remarcó que es  la primera mujer presidente de Brasil que "fue elegida por 54 millones de ciudadanos y ciudadanas" y que se enfrenta a un verdadero e injusto   "golpe parlamentario". 

Al salir del Palacio

Cerca de 3.000 personas esperaban a la presidenta injustamente suspendida que dejó el Planato por la puerta principal pero evitando el acto simbólico de bajar por la rampa, para dejar en claro que se trata de un golpe de Estado y que no renuncia a su cargo. 

Frente al público, dejó el estrado y tomó el micrófono para hablarle a los ciudadanos presentes y en especial a las mujeres al remarcar: "Soy la primera mujer que ha llegado a la presidencia de Brasil, he honrado los votos que las mujeres me dieron " e insistió " que ha podido cometer errores, pero no crímenes". Además agregó: "Las mujeres tenemos algo en común, somos dignas".

Mientras se despedía podía escucharse  "Fuera Temer" por parte de los presentes y Rousseff aseguró: "Luché mi vida entera y seguiré luchando".

Se espera que en breve asuma Michel Temer como Presidente interino y además nombre a los nuevos Ministros de su gobierno, mientras el impeachment mantendrá alejada del Ejecutivo a Rousseff por un máximo de 180 días.