El proceso de paz en Colombia ha comenzado a peligrar- así como su alto al fuego- después de los asesinatos de dos guerrilleros, líderes campesinos y ahora ante la negativa de la oposición de aceptar el nuevo acuerdo de paz presentado por el Gobierno de Juan Manuel Santos. 

El expresidente colombiano y los partidarios del ‘no’ que ganaron en el plebiscito del 2 de octubre señalaron que el nuevo acuerdo “es apenas un retoque del rechazado por los ciudadanos” y solicitaron que el acuerdo vuelva a ser sometido a plebiscito. 

Juan Manuel Santos- que atravesó tensos momentos dado su estado de salud-  y la oposición ya se reunieron en 10 ocasiones pero los avances siguen siendo lentos mientras el alto al fuego cada vez se presenta como más endeble. 

A través de un comunicado leído por el expresidente, los líderes del ‘no’ responsabilizan al Gobierno de Santos de "negar la posibilidad de este acuerdo nacional sobre temas sustanciales". Además Uribe sugirió la posibilidad de reunirse con miembros de las FARC, aprovechando la presencia de éstos en Bogotá ya que esperaban poder firmar el nuevo acuerdo a la brevedad. Entre los puntos de mayor conflicto están las cuestiones ligadas al narcotráfico y las sanciones penales a los guerrilleros. 

"Llegó la hora de avanzar", zanjó Humberto De la Calle- líder del equipo negociador de Santos- quien recordó que el repunte del paramilitarismo,  la "fragilidad del cese al fuego y un agravamiento de la violencia" Y sentenció: "Los colombianos no pueden seguir viviendo en la incertidumbre".