Después de intensas protestas, e incluso una convocatoria internacional de Canadá a Argentina, ya van dos años desde que ocurrió la masacre de 43 alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, en Iguala (México); luego de un ataque de policías municipales a estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, periodistas y civiles, que dejó como saldo otras seis personas muertas y 27 heridas.

En el trágico aniversario, y ante la falta de justicia, se dio un nuevo enfrentamiento entre la policía y los familiares y amigos de los estudiantes desaparecidos. 

Según informó el semanario Proceso: "Los estudiantes atacaron con cohetones y piedras la sede del gobierno del estado y la fachada del auditorio Sentimientos de la Nación en la ciudad de Chilpancingo, capital de Guerrero" que fueron dispersados por la policía antidisturbios con un saldo de siete detenidos. 

Aunque desde el Comité de Padres de Familia de los 43 emitieron un comunicado en el que señalan que  fue la Policía la que comenzó a lanzar gas lacrimógeno contra los estudiantes y que luego realizó detenciones con saña, golpeando y paseando a los apresados por la ciudad ante la vista de todos. 

Después de una fuerte presión de los manifestantes, la policía liberó a los siete detenidos y no presentó cargos contra ellos.