En diálogo con radio radio La Red, el cura de origen polaco, contó que "siempre trabajé para convencerme de que lo que me pasaba era algo malo, sucio, que lo elimine de mi corazón. Porque yo quería ser sacerdote, me sentía llamdo por Dios", confesó.

"Después de muchos años de trauma me dí cuenta que eso no tiene nada que ver con Dios", explicó el sacerdote al periodista Luis Novaresio.

Su historia se hizo pública la semana pasada, cuando reveló su homosexualidad y acto siguiente fue expulsado por el Vaticano.

"Estoy muy bien, para mi fue una necesidad salir del armario y poner en transparencia mi vida adelante de los otros", indicó..

Charamsa contó que su decisión implicó pagar un "precio muy alto" pero, aclaró que  "más alto era el descontento por mi elección sexual".

Y sinceró que encontró críticas a la Iglesia que antes no tenía: "Me dí cuenta que hay una experiencia de humanidad y un conocimiento de las personas que en la Iglesia es negada, que no se puede hablar", contó el cura.

Además, el sacredote elogió al Papa Francisco. "Para mi es un ejemplo de escuchar a las personas. Es paradigmático. Está cambiando la mentalidad de las personas". señaló.

Charamsa, tiene 43 años y hasta su confesión era miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 2003.