Ir con pocas expectativas a una sala de cine muchas veces puede resultar una experiencia positiva. A veces el exceso de ganas de ver una película, esperando que sea eso que uno va a buscar, termina siendo contraproducente, y otras veces, para sorpresa, ocurre viceversa. Es el caso de “Líbranos del Mal”, que vendida como una película terror, resulta una de misterio o suspenso, un thriller para ser más claro, con eventos paranormales, elementos demoníacos, posesiones, etc., y que sorprenderá, gratamente, a más de uno.

El film de Scott Derrickson se presenta como una película de terror y suspenso, que está basada en los relatos reales de un policía de Nueva York. Este hombre comienza a verse envuelto en un misterioso caso, junto con su compañero, a raíz de una serie de crimines perturbadores e inexplicables, donde algunos eventos fuera de lo normal comienzan a entrar en juego. Cuando ciertos aspectos empiezan a quedar fuera de su alcance y comprensión, decide unirse a un sacerdote poco convencional y especialista en rituales de exorcismos, para combatir estas fuerzas desconocidas para él.

Scott Derrickson es un director experto en el género de terror, que ya había trabajado con éxito en “Sinister” y “El exorcismo de Emily Rose”. Aquí vuelve a lograr ese misterio y suspenso de este tipo de películas, con esos elementos paranormales, pero desde la dinámica de un policial, con muy buenas secuencias de acción, y muy bien filmadas. El trabajo de cámara es genial en esta cinta, con primeros planos y movimientos muy interesantes.

Del mismo modo, la realización en general está muy bien trabajada. El cineasta realizó una ambientación oscura y siniestra, pero al estilo del género policial, y le sumó, de yapa, la elección de una tremenda banda sonora, con canciones de la genial banda “The Doors”, que suena durante toda la película.

También el reparto es el adecuado. Eric Bana y Edgar Ramírez hacen una gran dupla y se complementan muy bien como los protagonistas principales de la cinta. También tiene un muy buena participación Joel McHale, quien acostumbra más a papeles cómicos.

El punto más interesante de la película es que trabaja un tema completamente explotado y desgastado, pero desde un enfoque completamente diferente. Esto hace que la cinta sorprenda, en especial porque, como ya se mencionó, parece estar vendida como una típica de terror, cuando en realidad es un thriller muy atrapante. “Líbranos del Mal” es un film correcto, que está muy bien hecho y es muy entretenido.

¿Hay que verla? Sí, es una buena opción en una semana corta de estrenos. No le volará la cabeza a nadie, ni tampoco será una cinta de esas que se recuerdan por siempre, pero “Líbranos del Mal”, es una propuesta diferente para disfrutar en el cine, que entretiene y atrapa.