"Yo viajo mucho y me lo llevo un montón conmigo. Y cuando no puede venir, me llevo un piyama de él para sentirlo cerca. Creo que cuando éramos chicos nuestros padres no registraban mucho esto. Estaba bien visto que nuestros padres trabajaran mucho. Entiendo que los hijos necesitan a sus padres y yo como mamá y mujer también necesito estar con él más tiempo. No sé si será la edad", reveló Natalia Oreiro a la revista Hola.

"No siento culpa. El otro día me dijo 'cuando sea grande voy a trabajar poquito, voy a hacer algo con lo que pueda comprar juguetes pero que me deje tiempo para jugar mucho con mis hijos'. Me mata. Siento ganas de estar con mi hijo porque crece muy rápido. Quiero tomarme las cosas con más calma, pero no sé cómo hacer. Hago cine, hago música, hago ropa y con mi hermana acabamos de abrir la quinta tienda en avenida Alvear", afirmó enternecida.

Pero la actriz cerró con humor: "Vengo colapsando desde hace tiempo (risas). Hice Solamente vos con Ata chiquitito, dándole el pecho, y apareció Juan José Campanella con un proyecto buenísimo, Entre caníbales, y no quise perdérmelo. Después llegó Gilda, que me involucró mucho el cuerpo, la mente y el alma y que hace años soñaba con protagonizarlo. Hago malabares, como todas las madres que trabajan".