La cantante Coki Ramírez viajó a la sede pontificia para cantar un himno por la paz y, al parecer, los nervios le jugaron una mala pasada. “Se me aflojó el cuerpo y le dije a mi hermana: 'No puedo más, me hago encima'".

Ahí no más, sus interlocutores hicieron las preguntas de rigor, exhibiendo en todo su esplendor lo educativa que puede ser la tele: “¿Lo primero o lo segundo?”, cuestionó Nazarena en referencia a 1º) ganas de orinar y 2º) ganas de defecar. “Lo segundo”, contestó ella.

Y, para rematarla, el conductor Leo Montero sugirió qué podría haber usado como tapón para detener un eventual y público desgraciamiento.

Una vez más, por si hacía falta, quedó demostrado que en lo que la TV llaman humor no es más que una ristra de vulgaridades y lugares comunes que un grupo de borrachos iletrados podría hacer mucho mejor.