Como quizá muchos sepan (o quizá no), la conocida (o no tanto) modelo Priscila Crivocapich terminó su relación amorosa con el basquetbolista Selem Safar. Más bien, a fin del año pasado el jugador de San Lorenzo la abandonó redondamente.

La chica, según vino a saberse por estos días, quedó literalmente devastada, tanto que "no podía comer, se me había cerrado el estómago de la tristeza", confesó a la revista Pronto. “Estuve muy mal, muy triste” a raíz del desplante, añadió.

Así, con el pasar de las semanas, terminó pareciendo “un palo caminante”. “Adelgacé mucho, perdí seis kilos y era un palo caminante”, subrayó.

Pero por suerte, con el correr de los meses, las heridas van cerrándose y el estómago abriéndose, de modo que “estoy mejor y empecé a subir el peso que había bajado por la angustia”, narró la bella morocha.

Valga entonces el siguiente colofón: no hay herida del corazón que unas buenas milanesas con papas fritas a caballo no ayuden a cicatrizar…