- Martín se fue y tengo un rato, ¿estás?

- Ey. Hola, sí.

- Tengo ganas de verte.

- Sabés que no se puede.

- Bueno, no importa, usemos la tecnología.

- ¿Qué significa eso? ¿Querés una foto?

- Sí.

- *Foto*

- Qué lindo que sos siempre. Me das bronca. ¿Hay más?

- ¿Fotos?

- Sí. Dale. Dame un poquito de algo.

- Bueno, pero vos también. Sino no vale.

- *foto*

- Aiaaaaaaa.

- *foto*

- Bueno. Dejame respirar. ¿Por qué tenés esas tetas y no están en mi boca?

- Porque vivimos en la loma del orto.

- Me tomo un taxi si me asegurás que cuando llegue me abrís la puerta desnuda.

- No. Martín está por llegar en un rato. Mandame otra foto.

- *foto*

- Qué ganas tengo de pasar la lengua por ahí. Subo y bajo, despacito. Húmeda, caliente. Espesa.

- Mientras yo te agarro de los brazos, mientras te tiro un poquito del pelo.

-  Un poquito mucho. Sabés que me encanta. ¿Y qué más me harías?

- Tengo ganas de chuparte la concha, pero no como siempre: mejor. Con tiempo, despacio, con juegos, con histeria. Que te estremezcas hasta que al final la apoye gorda y mojada sobre tu clítoris.

- Aja

- Y  después un dedo, despacio también, un dedo que acompaña toda esa humedad que ya se formó y que se replica. Como si fueras un helado de dulce de leche, despacio pero con ganas de tener toda mi cara embadurnada de vos.

- *foto*

- Y después, mientras te la chupo ya intenso, te toco las tetas. Las dos. Te las amaso al ritmo de mi lengua que va y viene.

- Ay, por favor. Estoy toda mojada.

- Sí. Eso. Estás toda mojada y yo te amaso las tetas.

- Quiero que subas. Quiero que me las chupes. *foto*

- Subo y te las chupo. Giro mi lengua, la endurezco. Quiero a tus dos tetas todas mojadas, quiero que me entren en la boca aunque eso no sea posible, son tan grandes.

- Ahora bajo yo. Agarro tu pito con una mano y con la boca voy al fondo, de golpe, sin pedir permiso. Sentís mis amígdalas, mi paladar, mis labios. Sentís todo. Y subo y bajo y salgo. Cuando salgo dejo un hilo de baba grueso que cuelga y vuelvo. Mi mano mientras tanto toca tus huevos, suavecito los acaricia. Mi boca está algo descontrolada pero sabe tu tiempo, sin dientes, sin durezas, soy un rincón húmedo y suave en donde apoyás tu pija toda dura. 

- *video 00:17*

- Te pido que me agarres del pelo, que me tires otra vez del pelo. Porque necesito sentirte no solo en mi boca sino afuera. Te chupo las bolas, te lleno de baba.

- Y qué mas

  Contame más

- Me paro de golpe y te pido que me penetres. Ya mismo. Que por qué no lo estás haciendo todavía. 

- Sí. Te penetro. 

  Toda. 

- Y ahora necesito que me metas un de

- ¿Un qué?

  ¿Hola?

-*Julia no está en línea*

- ¿Juli? ¿hola???

   ...

   Ok. Te fuiste. No lo puedo creer.

- Llegó Martín. Hablamos mañana, besos.

- Te odio. 

Foto: Jà-Ant