"Desde 2013 soy probadora de juguetes eróticos. Eso significa que cobro por mis orgasmos, es un trabajo fantástico, pero detrás de eso hay un mensaje muy feminista y muy serio porque creo que el orgasmo ha cambiado mi vida y la vida de muchas mujeres. A raíz de todo esto quería crear mi propio juguete porque siento que en los que hay, falta la intuición femenina. (la mayoría son hechos por hombres). Hay cosas que no son muy intuitivas para las mujeres en los que hay en el mercado, y rompe muchas uñas, etc. Me puse en campaña y pude conseguir fabricar mi propio juguetito. Tenía que pensar en qué tipo de estimulación quería, entrada de vagina y clítoris, hable con ingenieros. Yo quería algo muy muy fuerte. Primero hicimos impresión en 3D pero sin vibración. Después tuve un prototipo con motor y de silicona, pero la parte para el clítoris era muy flexible y el clítoris necesita presión ese detalle los ingenieros no sabían, porque los hombres hay cosas que no saben. Se llama Oh Venus, porque cuando tuve el primero orgasmo con él dije “¡OH MY GOD! ¡OH YES! ¡OH VENUS!".

La escritora que trabaja de probar vibradores y milita por el orgasmo femenino

Y así también se llama ella, Venus O´Hara. Esta muchacha inglesa vive en Barcelona y se dedica a eso que ella misma presenta: probar juguetes sexuales. Y si bien la finalidad es sobrevivir, como la de todxs nosotrxs, su instinto la llevó, gracias al feminismo, por caminos más difíciles pero placenteros.

Ella es un ícono sexual europeo que emerge despacio pero con potencia por aquellos medios que se le animan a la libertad sexual femenina, aconsejando y educando a miles de mujeres que necesitan, tal vez, una guía para saber un poquitito sobre sus propios genitales.

Pelo rojo, boca sensual, curvilínea, fetichista de pies y fluída, Venus se presenta como un gran producto para consumir en este sistema pero, además, trae consigo un mensaje fuerte y contundente respecto al papel de la mujer y el sexo: "Nosotras somos más poderosas que los hombres a nivel orgásmico, podemos tener todos los que querramos".

La escritora que trabaja de probar vibradores y milita por el orgasmo femenino

Su blog en el que recomendaba tal o cual vibrador se volvió un éxito y ese éxito llevó a que las marcas  le enviaran sus productos para que los pruebe y después cuente qué tal su experiencia. Y al empezar con eso, empezó con todo lo demás. Tanto se tocó y tan bien le fue que pudo ponerse manos a la obra (guiño) y crear su propio juguete hecho a gusto y piacere.

"Había mucha gente esperando el resultado y era difícil concentrarme para llegar al orgasmo. Establecí unas técnicas para llegar que son fantasías que siempre funcionan, pero tenía la presión de probar un juguete que va con mi nombre y eso además de presión cuesta mucho dinero. Por eso, cuando llegué al orgasmo, llegue feliz y aliviada mentalmente".

Venus tiene más de 300 consoladores juguetes que utiliza siempre pero el que más usa, claro, es el suyo. El que inventó a medida. El tema es que todas las mujeres somos distintas, así como todos los hombres, pero en este caso en particular, estamos tan llenas de zonas erógenas que a cada una nos pinta y no calientan cosas distintas. "Otras mujeres lo usaron y le gusta mucho, hay algunas que miran la forma y no lo entienden y hay algunas que no les gusta. A veces tengo malas reseñas. Siempre cuando pasa esto vuelvo a probarlo a ver si funciona y me doy cuenta de que sí, pero cada mujer es diferente".

La escritora que trabaja de probar vibradores y milita por el orgasmo femenino

Venus tiene un canal de Youtube muy famoso y un segmento en el canal español Cadena 3 sobre sexualidad. ¿Es como una Alessandra Rampolla en versión europea? Sí, pero no. La diferencia es que Venus pone literalmente el cuerpo.

Los orgasmos y las mujeres son cosas que aún encierran muchísimos tabúes. Ella lo sabe y labura para erradicar esa vergüenza que millones de mujeres sienten respecto a su propio cuerpo en general, sus genitales en particular. Después de muchos años en una relación a la que define como tóxica, decidió comprarse un vibrador y ver qué onda. Al principio no pudo pero luego de varios intentos, el éxito llegó. "Oh my good. Fue increíble. No solo los espasmos, sino que sentí un montón de poder sobre mi propia vida, no solo sexual sino emocional. Me independice, me liberé, mi vida hoy es un pastel y, en este caso, los hombres, son la cereza no el pastel completo porque el pastel completo soy yo".

Venus le agradece, así como tantas millones de mujeres, al descubrimiento de la pastilla del día después, mucho de su labor y, sobre todo, gran parte de su libertad. "Nos vendieron la idea de que el sexo es para los hombres, que la prostitución es un servicio para ellos nada más. Es muy reciente que seamos dueñas de nuestro cuerpo, gracias a las pastillas anticonceptivas, yo nunca me preocupé por el embarazo. Si no pudiéramos controlar eso, no creo que me sea posible disfrutar del sexo porque estaría todo el tiempo temiendo quedar embarazada. Los anticonceptivos nos liberaron mucho. Hablando de este tema de los juegos con las chicas, me sorprende muchísmo la represión que hay. “No necesito vibrador, tengo novio”, dicen y es un error. Las mujeres tenemos que aprender a masturbarnos. A los 12 años, los chicos saben darse placer mientras que las chicas no. Hay mujeres de 60 años que nunca sintieron orgasmos en solitario. Me parece triste porque hay muchas mujeres que desconocen nuestro poder orgásmico, es muy importante saber llegar y sobre todo llegar en solitario. Lo que más me interesa como mujer es la parte emocional que aporta, aporta mucha independencia. La mujer necesita más autoestima, más independencia y con esas dos cosas tomará mejores decisiones en la vida".

La escritora que trabaja de probar vibradores y milita por el orgasmo femenino

Pero no todo es poder y autodeterminación en esta nota. No. También le preguntamos sobre consejos para quien nunca tuvo, nunca pudo o nunca se animó y por supuesto, su consejo empieza por comprar un juguetito. "Lo mejor es comprar un vibrador, es mucho más fácil así. Aunque vale la pena aclarar que no es solo cuestión de tener juguetes, es muy importante la imaginación y también la paciencia. No pasa tan rápido. Es importante tener alguna narrativa erótica en la mente, fantasear y ensayar tus fantasías. Animarse. Recomiendo el más básico, se llama un micrófono y es un masajeador muy clásico y no falla. Sino también una bala vibrador, va con pilas, son muy baratos y también efectivos".

Trabajar probando juguetes sexuales debe ser genial, divertido y placentero pero su vez algo difícil. Tiene que lidiar con cientos de insultos y de comentarios desagradables que intentan calificarla. La sociedad si bien con el paso del tiempo se volvió más diversa y equitativa en cuestiones de género (al menos en occidente), aún arrastra muchísimos clichés que califican a una mujer que disfruta de su sexualidad como un hombre, de puta.

"Sufro mucha discriminación por lo que hago pero me da igual porque esto me permite hacer un filtro con las personas. Así veo muy fácil quién me conviene y quién no. El sufrimiento vale pena porque me encanta lo que hago y creo que es necesario. Además, cuanto más discriminación siento, más convencida estoy de que se deben hablar de estas cosas. La liberación sexual de la mujer es muy reciente. Todavía falta un largo camino por recorrer". 

La escritora que trabaja de probar vibradores y milita por el orgasmo femenino