La baja en el consumo encendió la alarma de los empresarios, que tanto en el sector productivo como el de servicios, en su mayoría creen que les será difícil cumplir con el magro bono de dos mil pesos firmado por la CGT para el próximo diciembre.

Mientras en las firmas grandes, apenas el 44 por ciento de las consultadas afirmó que abonará la corta suma -teniendo en cuenta la inflación que reconoció el Indec- entre las pymes, menos del 30 por ciento consideró que tiene probabilidades de pagar dicho plus salarial.

El 75 por ciento de las grandes firmas atribuyeron a la fuerte caída de la actividad, las más poderosas aducen que con los aumentos de la pritaria, estarían incluidos esos dos mil pesos, según informó Clarín.

La información es el resultado de un trabajo mensual de la consultora Sel, con 680 entervistas con gerentes. Entre las otras cuestiones procupantes que se identificaron en la consulta, aparece el recorte en recursos humanos.

Tanto en pymes como en las grandes, el 31 por ciento de los consultados admitieron que su cantidad de empleados disminuyó a lo largo de 2016, y sólo un 14% mencionó aumentos de sus planteles.