Parece increíble pero así es: en el país del trigo y las vacas, los consumidores argentinos se ven obligados a pagar una de las leches más caras del mundo; la segunda en ese nefasto ranking, para ser precisos.

Así lo revela un informe del Departamento de Estadísticas y Tendencias del Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba, que comparó el precio del litro de la leche argentina con el que se paga en 36 países.

El estudio detecta que entre julio de 2013 y julio de 2016, hubo "un valor histórico de venta al público, acorde a la media internacional: USD 1,00, en tanto que el precio pagado al productor se mantiene de manera 'estándar' en USD 0,30".

Pero, oh casualidad, en 2017 el precio de la leche en Argentina "rompe la 'media' internacional para situarse USD 0,55 por encima de esta", advirtiendo que "Argentina durante el 2017 rompe los estándares internacionales -respecto al precio al consumidor de la leche fluida – perjudicando de manera directa a los consumidores".

De modo que entre los 36 países a los que el estudio relevó, la Argentina ostenta el segundo puesto en el precio final del litro de leche, superado solo por Canadá.