Gracias a sus “minicuotas”, la cadena Ribeiro fue una de las de mayor crecimiento hasta 2015, compitiendo con otras grandes y tradicionales tiendas. Pero desde entonces mermaron las “minicuotas” y se sumó a las crisis del sector de venta minorista.

A la cesación de pagos que atraviesa Musimundo, al cierre de sucursales de Frávega y Garbarino, ahora vino a sumarse esta cadena fundada en San Luis, que pidió un procedimiento preventivo de crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo de la Nación, lo que le permitiría despedir muchos de sus más de 2.000 empleados.

Fundada en 1910 en la localidad de Villa Mercedes, Ribeiro tuvo una rápida expansión con el auge del consumo durante lo que va del siglo, llegando a facturar 5.000 millones de pesos gracias a sus más de 80 sucursales distribuidas en la mayoría de las provincias argentinas.

Pero el sector de los electrodomésticos es uno de los más golpeados por la recesión: las ventas se desplomaron y el financiamiento se terminó debido a la inflación y tasas de interés por las nubes.