Durante 2016 se registró una baja del consumo sin precedentes desde el 2002, momento en que el país se encontraba inmerso en una profunda crisis económica, política y social.

Según la consultora CCR, las ventas de los alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza de la canasta básica cayeron un 4,7% solo duarante el año pasado, aunque la recta descendente viene desde 2014.

Diciembre de 2016 cerró con un descenso del 5,9% interanual en unidades, y la gerente de Trade de CCR, expresó: "Es la mayor caída desde la crisis de 2002, aunque los consumidores percibieron el año pasado como un año de crisis".

Asimismo, no ven mayores cambios para esta parte del año: "El primer trimestre será negativo. Proyectamos recién mejoras a partir de abril, luego de un febrero y marzo de ajustes en tarifas, servicios y prepagas. Y los repuntes no serán nada drásticos".

Por otro lado, en el informe se evidenció que la gente dejó de lado las preferencias por sus marcas, para poder llegar a comprar los productos. Esto quedó más evidenciado aún durante las compras de Navidad y Año Nuevo.

"El consumidor argentino hoy no es fiel a una sola marca, sino que juega con dos o tres marcas líderes con las promociones que encuentra", agregó la especialista.

Por ejemplo, muchos fueron encuestados sobre qué champagne comprar, y estuvieron abiertos a resignar las marcas que antes consumían. Lo mismo sucede con los pan dulces y los budines.