El mes pasado tomaba estado público el cierre de la planta riojana de la empresa Puma, y hace pocos días 160 operarios quedaban en la calle con el cierre de la fábrica GGM, ubicada en la localidad bonaerense de Las Flores, que producía zapatillas para diferentes marcas.

“Hoy me vuelve a pasar”, es la queja de un empresario del calzado que puede resumir la terrible situación que esa industria sufre hoy, comparable a la de la época de apertura indiscriminada de importaciones instrumentada por el entonces presidente Carlos Menem.

Bronca e indignación rezuman los empresarios del sector consultados por C5N, ante la amenaza de cierre de al menos 35 fábricas, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo en todo el país.