Como era de esperar y se notaba sobre todo en las playas bonaerenses, enero –el mes fuerte del periodo estival para esta región– fue uno de los peores de los que se tienen memoria en términos turísticos.

Así lo ratificaron los principales dirigentes de la Asociación Hotelera Gastronómica de Mar del Plata, quienes se quejaron por la "baja" actividad durante la temporada veraniega y denunciaron que se sienten "abandonados" por las autoridades.

El presidente de la Asociación, Jesús Osorno, y su vice, Avedis Sahakian, cuestionaron los "impuestos distorsivos" que complican el desarrollo del sector y advirtieron que ante este panorama puede haber "cierres" de hoteles durante el invierno.

En conferencia de prensa, Osorno dijo que "nuestros socios nos indican que esta temporada es más baja que la anterior", y destacó la "queja constante de nuestros afiliados, que nos piden comunicar esta situación porque se sienten abandonados".

Asimismo, afirmó que es posible que "durante el invierno" se produzcan cierres de establecimientos, porque a algunos empresarios "les conviene tener el hotel cerrado que trabajando, porque prender la luz y habilitar un hotel tiene un costo significativo, de personal también".

Sahakián, a su vez, señaló que si bien vacacionar "a la gente le resulta caro, nuestros costos son muchos. La tasa de inflación fue superior al 40 por ciento, los salarios de enero de 2016 a este año superaron el 40 por ciento y, en algunos casos llegaron al 44 por ciento, pero las ventas no".

Por esa razón, los hoteleros reclamaron "el reordenamiento de todo el sistema impositivo argentino y la eliminación de los impuestos regresivos y distorsivos que afectan a la actividad y le restan competitividad frente a otros destinos turísticos".