Ni los registros oficiales pueden evadir la flagrante realidad cotidiana que los argentinos sufrimos desde que, en diciembre del año pasado, asumiera Mauricio Macri como presidente: sigue la inflación, aunque se ‘desacelera’ lentamente; crece el desempleo y la subocupación y, claro está, sigue cayendo la actividad económica.

Así lo informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), al informar que la actividad económica cayó un 4,3 por ciento interanual en junio y cerró el primer semestre con una contracción del 1,3 por ciento.

De esta manera, el indicador registró su tercera caída consecutiva, considerando que en abril y mayo había descendido un 2,1 por ciento.