Con gran algarabía, funcionarios y la mayoría de los medios hablan del "éxito" obtenido por el macrismo en la toma de deuda con bonos de hasta 30 años: 67 mil millones de dólares de oferta sobre 15 mi millones previstos.

En el primer día de estos bonos en dólares, el gobierno "no sólo consiguió los 15 mil millones de dólares que buscaba para pagarles a los holdouts y financiar gasto público, sino que recibió ofertas por hasta 67 mil millones de dólares, casi cuatro veces y media más de lo que esperaba recaudar", dice La Nación con la mencionada algarabía.

¿Cuál fue el secreto de este "éxito" que, en principio, se atribuye a la "confianza internacional" recobrada por la Argentina con la asunción de Mauricio Macri...?

En realidad, nada que ver con la "confianza" sino, en concreto, con las escandalosas tasas de rendimiento de estos que hipotecan al país a mediano y largo plazo.

El ya citado diario mitrista indica: "los bancos colocadores informaron los rangos de tasa de referencia: entre 6,25 y 6,50 por ciento anual para los bonos más cortos, a 3 años; entre 6,875 y 7,125 por ciento, para los de 5 años; entre 7,5 y 7,625 por ciento, por los de 10 años, y 8 por ciento, por los títulos de mayor duración, a 30 años".

Como indican los especialistas en mercados internacionales, se trata de tasas que representan "una gran oportunidad" para los inversores ya que son "pronunciadamente superiores a otros países de la región".

El nivel de tasas pagado por el gobierno argentino "ofrece una gran oportunidad contra los comparables de la región", evaluó el presidente del banco de inversión regional AdCap, Agustín Honig, en diálogo con El Cronista.

En idéntico sentido se expresaron desde la consultora VatNet, que presagiaron "una colocación a nivel récord, si bien con tasas todavía pronunciadamente superiores a otros países de la región", según publica Ámbito.

Brasil, por ejemplo, ha colocado bonos a 10 años con un rendimiento de 4,305 por ciento, mientras que Chile, este mismo año, hizo lo propio con colocación de deuda en dólares, también a 10 años, con una tasa del 3,407 por ciento.

Los bonos argentinos representan, concretamente, intereses leoninos a favor de estos 'inversores', el 65 por ciento de los cuales son de Estados Unidos, y una hipoteca para futuros gobiernos y, por cierto, para la próxima generación de argentinos.