Como se sabe, casi desde asumir Mauricio Macri inició una espiral de endeudamiento como no se veía desde hace años en la Argentina. La “lluvia de dólares” que había prometido el Presidente durante su campaña electoral se reduce a eso: deber cada día más dinero.

Sin embargo, esa “lluvia” parece haber encontrado la canaleta por la cual drenar: el 39,1 por ciento de la deuda emitida en lo que va del año fue destinada a financiar unos 7.820 millones de dólares que fueron fugados del sistema financiero formal.

Así lo indica un informe del Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (UMET), que se conoció este lunes y reproduce Ámbito.com.

El Gobierno Nacional emitió hasta mediados de abril bonos en moneda extranjera por unos 9.167 millones de dólares (ley extranjera y ley local), y Letes por 10.837 millones de dólares, con lo que el stock ascendió a más 11.000 millones de dólares.

El citado informe señala que, al mismo tiempo, la fuga de divisas alcanzó los 7.820 millones de dólares entre enero y marzo, lo cual fue financiado en gran medida por el ingreso de moneda extranjera que genera la emisión oficial de deuda.

El Observatorio de la UMET analiza que, de este modo, existe un "subsidio implícito" a inversores y sectores de ingresos altos que destinan "dólares baratos" al turismo externo o directamente a la fuga de capitales, creando tensiones en todo el sistema económico.

"Si al tipo de cambio atrasado lo combinamos con recesión en el consumo y apertura de la economía, los efectos sobre la vida en comunidad productiva, empleo y distribución de ingresos se hace la más regresiva y temerosa de los últimos 40 años", concluye el informe.