"No hay libro de economía que yo conozca que recomiende bajar el gasto público en medio una recesión", fue el ¿acto fallido? de Alfonso Prat Gay al ratificar el "gradualismo" –textual– con que actúa el Gobierno frente a quienes reclaman una reducción "abrupta" en el gasto público del Estado.

Enseguida de reconocer la recesión en la que nos sumieron diez meses de macrismo, el ministro de Hacienda aclaró que "venimos de una recesión, heredamos una recesión" que, en todo caso, Mauricio Macri agudizó tremendamente al disparar los precios, deprimir los salarios y abrir las exportaciones en desmedro de la industria nacional.

Por otro lado, defendió a rajatabla el endeudamiento que lleva adelante el Gobierno, que se usa y se usó principalmente para pagar a los fondos buitre.

"Cualquier país del mundo que tenga credibilidad y acceso al crédito, paga deuda con deuda y en la medida que va venciendo la deuda, la renueva con otra deuda". Por eso, con toda lógica, el ministro criticó "el verso del desendeudamiento" que "nos dejó el kirchnerismo".