Es la novela del verano. Llega el mediodía y hay un nuevo round de Horacio Pagani y Martín Arévalo. El primero de los dos pierde la paciencia y se pone a gritar desenfrenadamente, bajo una lluvia de insultos y amenazas.

Este martes, todo comenzó por la plata que tienen que gastar o no los clubes en incorporar jugadores. Entonces comenzaron a discutir. La charla se desmadró y pasaron de debatir quién tiene más seguidores en Twitter, a una catarata de insultos seguida de graves amenazas.

La situación se volvió incontrolable y carente de gracia. Ninguno de los periodistas en el piso supo manejar la situación, y Marcelo Palacios debió a ir a un corte en un par de oportunidades.