Bono, el arquero de Marruecos que se vistió de héroe en el triunfo por penales ante España en el Mundial de Qatar, fue tendencia en nuestro país por ser hincha de River. Al punto de que es fanático de Ariel Ortega -Ariel se llama su perro-, tal contó en una entrevista hace unos años. Su primera camiseta fue la de la Selección Argentina. 

Yassine Bounou nació en Montreal, Canadá, en abril de 1991, y a los siete años se mudó con su familia a Marruecos, de donde son sus padres. Jugó en el Wydad Casablanca hasta que a los 21 años, en 2012 fue comprado por el Atlético de Madrid. 

Tras jugar en el equipo B del Colchonero pasó al Zaragoza, en la Segunda de España y recién debutó en 2015. Al año siguiente lo fichó el Girona, donde también fue suplente del equipo que logró el ascenso a La Liga. En 2019, el Girona volvió a descender y Bono se fue cedido a Sevilla. 

Con la 12 detrás de Tomáš Vaclík, tuvo su chance en 2020 tras la lesión en la rodilla que sufrió el arquero checo. Y Bono aprovechó su oportunidad: fue figura de la consagración de la Europa League y se adueñó del arco de los sevillanos. 

Hoy volvió a ser noticia.