Luego de la llamativa salida del técnico más ganador de la historia del equipo de Núñez, Fabrizio Trotta, fanático de River, le escribió esta carta a su ídolo donde vuelca todo su dolor por el alejamiento del riojano.

"Te escribo esto mientras se me caen las lágrimas. Leo los estados de Twitter y Facebook buscando alguna explicación o consolándome con los otros que sienten lo mismo que siento yo.

Siento un puñal en el corazón. Siento que una herida se vuelve a abrir y no lo puedo entender. Había vuelto a ser el que la tiene más grande y vuelve a mirar a todos desde arriba. Porque River volvió a ser campeón. Y Supercampeón. Y en eso fuiste parte vos. Fuiste el comandante de ese barco. Un barco que ni bien zarpó comenzó a recibir olas que querían derribarlo desde todos lados. Pero estaba bien dirigido, sabía a donde quería llegar. Y llegó. Como solo los grandes llegan.

Y vaya si será grande River. Somos los más grandes, por escándalo. Y en esa grandeza estás vos. Porque vos escribiste muchas paginas de esta historia grande.

Miro, pienso, trato de entender. Pero no, no encuentro nada de lo que busco. Y en realidad ni siquiera sé que es lo que estoy buscando, si vos ya no estás.

¿Ya están viendo quién viene? ¿Gallardo? ¿Crespo? Qué me importa, ni me interesa. El técnico de River sos vos, Ramón. Vos sos para River. River es para vos.

Vuelvo a llorar y me pregunto si no me estas fallando. Si no nos estas fallando. Porque todos confiamos en vos, porque todos sabemos lo que nos podés dar y lo que podemos darte. Porque jamás te vamos a acusar a vos. Sos Ramón Ángel Díaz, hermano. El técnico más ganador de la historia de River. ¡Sos por la única persona que lloré cuando se fue! Nunca me pasó esto. ¡Y nunca imaginé que me podía pasar!

No se qué mas decirte. Y no sé si hace falta, si vos ya sabes todo lo que siente el hincha de River por vos.

¡No te vayas, viejo! No me imagino un futuro sin vos. Cada vez que freno la escritura y pienso que ya no vas a estar mas con nosotros lagrimeo de nuevo. No lo puedo aceptar. No puede ser así.

Gracias Ramón, por lo que fuiste, por lo que sos y por lo que vas a ser. Porque sé que vas a volver. Porque tenés que volver. Los ídolos se van por la puerta grande. Y vos sos un ídolo. Sos mi ídolo. Me devolviste la fe, la esperanza, la ilusión y la alegría. Todo eso Ramón. Vas a volver, no me falles.

Tiene que ser un hasta luego. Jamás una despedida.

Hasta siempre, ganador".