Por la fase inicial metropolitana III de la Copa Argentina, Fénix recibía a Acassuso y todo apuntaba a una victoria de los visitantes cuando una serie de roces en el medio campo desató la gresca generalizada, que incluyó a jugadores y el cuerpo técnico de ambos equipos.

El árbitro Ignacio Lupani intervino para expulsar a varios y, cuando parecía volver la calma reanudarse el juego, dos futbolistas expulsados se golpearon camino al vestuario y se reanudó la batalla.