El clásico concurso que se repite en diferentes canchas de mundo casi termina de la peor manejar en Deportivo Guijuelo, donde no solo ningún hincha ganó el premio, sino que uno terminó peloteando a un jugador del propio equipo.

El reto consistía en hacer un gol desde la mitad de la cancha, pero uno terminó pegándole un pelotazo en la cara a un jugador suplente que estaba precalentando.

“Pensamos que este chico se merece abono, alta gratis y una alfombra roja cada vez que entre al gimnasio... ¿No creéis?”, bromeó el club a través de las redes sociales.