Tras ausentarse en dos de los tres amistosos previos al Mundial, la máxima figura de los lusos este jueves tampoco pudo terminar el entrenamiento. Salió a un costado de la cancha con hielo en la rodilla izquierda y visiblemente disgustado dando claras señales que las molestias por la tendinitis que tiene en esa zona lo siguen afectando.

Después, el delantero se entrenó con el resto de sus compañeros durante unos 15 o 20 minutos haciendo estiramientos y otros ejercicios, pero no participó del trabajo con pelota. Finalmente, firmó algunas camisetas para aficionados antes de ir a sentarse al banco.

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