Hace varias semanas que se confirmó el Superclásico amistoso para el 8 de octubre, y el miércoles por la noche, el empresario Guillermo Tofoni, CEO de World Eleven, había anunciado que el partido iba a disputarse en el José María Minella de Mar del Plata.

Pero menos de 24 horas después, el encuentro entre River y Boca quedó en suspenso, ya que para ese fin de semana el estadio mundialista está sobrecargado de actividad: el mismo día habrá un recital en el microestadio, y al día siguiente juegan Racing y Gimnasia por la Copa Argentina.

Más allá de la desorganización, la incorporación de Mar del Plata como sede para la Copa Argentina 2016 se confirmó en los últimos días, situación que complica la realización del Superclásico.

De esta manera, los organizadores deberán determinar cómo proceder para que finalmente se dispute el partido. Las alternativas son dos: o mudar el encuentro a otra ciudad, siendo que Córdoba y La Plata están descartadas; o reprogramarlo para una fecha menos cargada.