Fue a disputar una pelota, cayó al suelo y chocó contra un jugador rival. Muy dolorido, quedó tendido en el suelo. "Cuando vimos que era el 10, la impresión fue el doble", reconoció Sergio Romero este lunes. La preocupación se multiplicó cuando tuvo que abandonar la cancha, confirmando la lesión.

Por consiguiente, el principal apuntado de las críticas no fue otro que el entrenador Gerardo Martino, quien arriesgó a su figura en un partido completamente intrascendente.  "Era mejor que ni viniera por el golpe que se llevó", se lamentó Romero. Para destacar a su compañero señaló que "cuando ves que juega en la India y cualquier parte del mundo, te das cuenta del compromiso que tiene con el grupo. Esperamos que venga con todas las pilas".

Por otra parte, 'Chiquito' valoró que el hambre de gloria sigue persistente, a pesar de la gran cantidad de años que llevan la mayoría de los futbolistas en la selección. "Tenemos la misma ilusión de cuando éramos juveniles. Jugar diferentes copas todos los años, te renueva las expectativas", aseguró 'Chiquito'. En tanto, a modo de deseo, pidió que el equipo "de una vez por todas gane bien y guste su fútbol".

"Tenemos que sacar 7 puntos sobre 9 para asegurar el primer puesto en la zona y no confiarnos con Bolivia y Panamá, que pueden ser tan difíciles como Chile", fue su análisis sobre el grupo que le tocó al seleccionado en la primera ronda de la Copa América Centenario.