Boca no tiene paz. A pesar de venir de golear a Arsenal, en la vuelta a los entrenamientos volvió el escándalo. Pablo Pérez, con un largo prontuario, atacó violentamente a un juvenil que lo estaba superando futbolísticamente.

El damnificado fue Tomás Fernández, y por la agresión del experimentado mediocampista, Guillermo Barros Schelotto lo mandó antes de tiempo a las duchas. ¿Cuál fue la explicación de Pérez por lo ocurrido?

"Viene un chico y te encara 50 veces. No lo podía parar y a la segunda le metí una patada. Me pasó de calentón, y por viejo cascarrabias. No fue una patada para lastimar, de duro no salí rengueando pero me dolió más a mí que a él porque lo agarré con la canilla", contó rústico volante en Fox Sports. "Se armó mucho lío porque justo estaban las cámaras de TV filmando, si no era algo totalmente normal", consideró.

La insólita explicación de Pablo Pérez tras ser echado del entrenamiento

Para colmo, Pérez abandonó el predio antes que sus compañeros enojado por la situación. "Me bañé, me cambié y me fui. Creo que ni siquiera me peiné. Ni hablé con el pibe, pobre. Pensé: 'Me voy rápido, el técnico debe estar caliente, yo también, mejor lo hablo mañana'", explicó.

¿Resulta un problema para Boca que, en medio de la recta final por el campeonato, uno de los pocos referentes de su plantel tenga esta manera de actuar para con un juvenil? Lo cierto es que desde el club de la Ribera se informó que no habrá sanción para el ex Newell's, quien volvería a la titularidad el próximo fin de semana ante Estudiantes en La Plata.