Estudiantes de San Luis jugó con el puntero Talleres de Córdoba, pero más allá del partido y su resultado, lo más trascendental poco tuvo que ver con el juego.

Apenas comenzó el encuentro, el conjunto puntano tiró la pelota afuera y los jugadores se formaron en fila abrazados. Esto fue en forma de protesta por la deuda que el club mantiene con el plantel: les deben cinco meses.

Esta acción provocó el aplauso tanto de los jugadores rivales como el de los simpatizantes cordobeses que, emocionados, apoyaron al equipo de San Luis.

Segundos después del pitazo inicial de Héctor Paletta, los jugadores de Estudiantes la tiraron afuera, se reagruparon, se abrazaron y se quedaron todos juntos.

Los albiazules no reaccionaron, dejaron el espacio necesario para que el mensaje se concrete y, toda la tribuna, aplaudió.