Con un un agónico cabezazo de Figueroa en el tercero de los cuatro minutos adicionados, Temperley salvó un punto y terminó 2-2 su partido con Atlético Tucumán.

Fue de ida y vuelta, fue golpe por golpe hasta el último instante, en un encuentro en el que el delantero visitante Fernando Zampedri se transformó en actor principal. ¿Por qué? Porque inventó sobre el final del primer tiempo un penal (el árbitro Pompei sancionó la falta de Aguirre que no existió) que él mismo ejecutó y que detuvo el arquero Ibáñez, y en la segunda etapa marcó los dos goles con los que su equipo finalmente atrapó la victoria.

Con un gol convertido por Christian Chimino a los 30 minutos, Temperley le ganaba a Atlético Tucumán y lograba tres puntos esenciales para mejorar su demacrado promedio. Pero Zampedri, sobre los 19 de la segunda etapa, lo igualó de cabeza. Y aumentó a los 32. Y cuando parecía que el triunfo se iba para Tucumán, apareció Figueroa para sellar el 2-2 definitivo.

La Nación