Aquel segundo gol de Palermo al Real Madrid en la final Intercontinental del 2000, tras un gran pase de Riquelme, se reeditó con distinto perfil anoche en Lima. 

Basta con ver la exquisita pegada del zurdo Yotún con la que emuló a Román y la definición de Paolo Guerrero -fue al primer palo en vez de al segundo-, para recordar el grito del goleador xeneize en una de sus horas más gloriosas.