Había que ganar, y se ganó. Una parada complicadísima para la Selección argentina, que jugó realmente mal, pero consiguió el objetivo: venció 1-0 a Chile en el Monumental, y trepó a la tercera posición de las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018.

En un marco espectacular, con un estadio repleto, la visita intentó en todo momento ser protagonista, ante un conjunto argentino que siempre se mostró incómodo para mantener la pelota y para, siquiera, intentar enhebrar jugadas de peligro.

Así avisó el conjunto de Juan Antonio Pizzi, con un gol de José Fuenzalida, tras una gran tapada de Sergio Romero, que el árbitro brasileño Ricci anuló por fuera de juego. También tuvo la suya el dueño de casa, con un destelló de Lionel Messi y una mala definición de Ángel Di María.

Argentina jugó feo y sufrió mucho, pero consiguió un triunfo clave ante Chile

Lo tuvo Sergio Agüero enseguida, y al cierre del primer tiempo Nicolás Otamendi, de gran partido, desperdició una chance inmejorable para marcar el segundo, aunque la mínima diferencia era premio suficiente para la Selección a esa altura del juego.

Para después del descanso, se vio lo más feito del equipo de Edgardo Bauza, que prácticamente no pudo dar tres pases seguidos. Se aferró a la victoria parcial, defendió mal con la pelota, y apostó a un contraataque que liquidara el pleito.

Así fue como Chile estuvo cerca de silenciar el Monumental, cuando Alexis Sánchez, el mejor de la cancha, reventó el travesaño de tiro libre. Luego fue todo del trasandino, que manejó la pelota en casi todo el complemento, pero nunca tuvo profundidad para terminar de lastimar.

Argentina jugó feo y sufrió mucho, pero consiguió un triunfo clave ante Chile

Dentro de un muy flojo nivel colectivo, lo más rescatable en el equipo nacional estuvo en el fondo, ya que entre Otamendi, el ingresado Mateo Musacchio y Marcos Rojo se encargaron de sacar todo lo que llovía en el área de Romero para evitar el empate chileno.

En definitiva, Argentina jugó feo pero se llevó un enorme premio que servirá para ganar confianza y tranquilidad, y planificar, desde puestos de clasificación directa al Mundial, el encuentro ante Bolivia, en la siempre hostil altura de La Paz.