Era casi imposible, y lo fue; porque Golden State está imparable y porque San Antonio Spurs no pudo suplir las bajas de Tony Parker y Kawhi Leonard, y así los Warriors se impusieron 129-115 en Texas para barrer la serie 4-0 y convertirse en finalistas de la NBA por tercera vez consecutiva.

Igual que en los últimos tres juegos, el último subcampeón dominó las acciones durante todo el partido, y el dueño de casa casi no tuvo oportunidad. Stephen Curry, con 36 puntos; y Kevin Durant, con 29 tantos y 12 rebotes, fueron lo mejor de la visita en el AT&T Center.

Por el lado de San Antonio, Gregg Popovich alineó a Manu Ginóbili desde el arranque, y el bahiense dio la cara por el equipo, siendo de los mejores y consumando un partidazo: jugó 32 minutos en los que registró 15 puntos, 1 rebote, 7 asistencias y 3 robos.

En el que pudo haber sido su último partido, el argentino de 39 años dejó en claro que aún está vigente y se retiró, con el partido ya liquidado, en medio de una enorme ovación de todo el estadio. Incluso, fue aplaudido por los jugadores del conjunto rival.

De esta forma, Golden State regresa a las finales de la NBA por novena vez en la historia de la franquicia, en busca de su quinto anillo. En este caso, llega a la serie decisiva siendo el primer equipo en ganar 12 partidos en el inicio de la postemporada.

Por el momento, los Warriors descansarán mientras se define la serie en el Este, donde lidera Cleveland Cavaliers 2-1 ante Boston Celtics. Este martes se disputará el cuarto juego en la casa del último campeón de la NBA, que lleva un récord de 10-1 en los actuales playoffs.