El Ramal es un corto intenso, como su guionista y directora Mena Duarte.  Una mujer con una mirada siempre intrigante y dispuesta a contar historias que atrapen, que generen algo frente a la pantalla.  Hablamos con ella y nos cuenta como nació este proyecto que hizo un gran recorrido hasta ser elegido como merjor cortometraje en la 26º Edición del  Festival de CinéLatino de Toulousse

- ¿Cómo nace la idea de El Ramal?; ¿cómo fue el proceso de pensarlo, filmarlo, dirigirlo y verlo en pantalla grande?

Mena Duarte (MD)- Era el 2009 y ese año significaba la última oportunidad que tenía para presentarme como egresada de la Enerc en el concurso Historias breves, así que me senté a pensar una idea y cuando la tuve se la mostré a Federico, amigo y compañero de la Enerc y posterior productor del corto. (Historias breves es un concurso anual del Incaa de subsidio a cortometrajes).

Se puede decir que la historia está basada en una separación que yo había atravesado en ese momento. Tenía ganas de contar como dos personas que se quisieron mucho de repente dejan de funcionar juntos y de cómo el entorno los empuja a que lo sigan haciendo. Desde esa idea partí: la dificultad de una ex pareja por ser lo que los demás esperan que ellos sean. Presentamos el proyecto en el 2010 y ganamos, y recién filmamos en 2013. El rodaje fue bastante agotador, había que armar una fiesta semi paqueta de 50 invitados aprox. El Ramal era mi primer desafío como directora. El rodaje fluyó muy bien, me apoyé mucho en la fórmula: un guión fuerte + un buen equipo técnico + los actores que me gustan. El resultado fue muy positivo. Y el montaje fue otra etapa aparte, larga y por momentos estresante donde el guión y el material que teníamos se puso bastante a prueba.

La proyección en pantalla grande es la consumación de ese proceso que tan largo se hace, desde que se te ocurre la idea hasta que tenés la valijita con el DCP en la mano. Así que las 3 veces que lo vi en cine, sentada en mi butaca, sentí una sensación de relajo y de disfrute. El corto me gusta mucho y creo que eso es lo que me hace seguir queriendo hacer esto.

-  ¿Cuál es la etapa que más te gusta trabajar desde tu rol de directora?

MD- Sin dudas la etapa en la que más cómoda me siento es en la de escritura del guión. Me formé como guionista (mis cortos en la Enerc fueron como guionista y mis trabajos por fuera de la escuela en general también). Creo mucho en las buenas historias, bien estructuradas, con diálogos firmes y esa es mi forma de darme seguridad para mandarme a dirigir. Primero tengo que creer un montón en esa historia. Como directora me falta aprender tanto, me encantaría mejorar mis conocimientos técnicos y de dirección de actores  y supongo que eso no se aprende de otra forma que haciendo. En eso estoy.

-  El personaje de Ripoll en El Ramal empieza como una figura un tanto fantasmática, pero a medida que avanza la trama se vuelve casi opresiva. ¿Cómo surgió en vos pensar este personaje?

MD- El personaje de Ripoll es muy simbólico: es un señor exitoso, fachero, y ejemplar. Le va bien en su profesión, tiene una familia hermosa y es atractivo. A los protagonistas, que están pasando por un momento de cambio lleno de frustraciones, un tipo tan perfecto como Ripoll les molesta, porque les recuerda constantemente todo lo que no pueden o no quieren ser.

Mi postura es la de los protagonistas: Ripoll para mi es ese tipo que admiro y que odio por lo mismo que admiro. En momentos de cambio y dificultad necesito sacarme de encima a ese tipo. Como ellos.

En mi guión Ripoll se veía, era un personaje como cualquier otro. Pero en la búsqueda frustrada del actor perfecto, a los productores Fede y Nico (Le tiro cine) se les ocurrió algo que fue definitivo para esta historia: Ripoll no tiene que verse nunca. Esto reforzó la idea de esa manipulación omnipresente que reciben los protagonistas.

-¿Qué significó haber estado en Francia y ganar el primer premio en cortometraje?

MD- Es eso, es un premio, es un incentivo. Que te programen en un festival significa que hay gente que le gusta lo que haces, y ganar es más una caricia al ego. Para mi es importante que lo que hago sea visto y que le interese a alguien. Y encima tener la posibilidad de asistir al festival está buenísimo porque esos lugares donde se ve y se habla de cine todo el tiempo te estimulan a seguir haciendo, a no quedarte atrás. La experiencia en Toulouse fue 100% provechosa.

- ¿Qué cine mirás? ¿Dónde posás la mirada?

MD- Un poco lo que dije antes, a mi me gustan las historias, y los climas . Me gusta el realismo y los dramas. Y creo que los grandes contadores de dramones con mucho realismo son los franceses. Así que me encantan los hermanos Dardenne y admiro a Ursula Meier.

- ¿Cuáles son tus nuevos proyectos? ¿En qué estás trabajando?

MD- Ahora estoy escribiendo el guión de mi primer largo. Es la historia de una separación entre dos amigas. Una especie de thriller psicológico con una mirada muy intima sobre las relaciones entre mujeres.  Mientras termino el guión buscamos fondos de desarrollo y formas de producirlo. Otra vez con Le tiro cine porque me siento bien con ellos.

El Ramal abre las puertas a un universo de conflictos demasiados reales que se mezclan con la ficción de la pantalla y los personajes. Estamos seguros que Mena Duarte tiene mucho más para contar.