“Vámonos a Paraguay, dijo Kihote al amanecer de aquel día…”, comienza la narración de esta versión enciclopédica ilustrada de poco menos de 200 páginas que intenta atraer el interés de niños y jóvenes del área rural.

“En Paraguay ni los creyentes entienden si en la misa no les graficamos los mensajes bíblicos en guaraní”, subraya Bartomeu Meliá a AFP para dar cuenta de la importancia de la  lengua indígena hablada en la cotidianidad por más del 75% de los siete millones de habitantes en ese país. 

Kihote cabalga sobre Rosinante por la avenida del Palacio de López (sede de Gobierno), el edificio legislativo y la Catedral de Asunción, cuando no recorre en compañía de su fiel escudero Sácho las ruinas de las reducciones jesuíticas. 

En esta versión, Melía que trabajó con varios traductores al mismo tiempo se toma libertades de escenarios y de menciones, como la de autores locales. Es así como sobre Paraguay dice que “es una ínsula no rodeada de agua sino de tierra, al otro lado del océano” , en una referencia al escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, autor de “Yo, el Supremo",  para describir esta nación mediterránea.

“El Quijote en guaraní es de alto interés educativo. Es un aporte que ayuda al proceso de recuperación social de nuestro idioma”, explicó a la AFP Gloria Pereira Parquet, directora general del Ministerio de Educación que tiene planes para traducir otras grandes obras clásicas de la literatura universal.

Meliá recordó que "Hasta la Guerra de la triple Alianza, que entre 1864 y 1870 libraron contra Argentina, Brasil y Uruguay, "los paraguayos hablaban exclusivamente guaraní"; un idioma que desean seguir conservando. El libro saldrá a la venta el próximo octubre en Paraguay y espera acaparar la atención con esta adaptación sobre el clásico de la literatura universal. 

Fuente: Nodal