"No hubo 30 mil desaparecidos, ese número se arregló en una mesa". Esas fueron las palabras que un año atrás dispararon protestas, escraches y reclamos de toda la comunidad artística para que Darío Lopérfido dejara su rol como ministro de Cultura porteño. Ahora, después de 12 meses en los que la comunidad artística continuó militando para terminar de empujarlo al abismo por sus definiciones en materia de derechos humanos, el funcionario también dejó de estar al frente del Teatro Colón. 

En las últimas horas se conoció que Lopérfido no pudo resistir la tentación de vivir en el primer mundo, tal vez fastidiado por las continuas manifestaciones en su contra: el funcionario dio un paso al costado en su rol como director artístico del Teatro Colón, una de las tareas que mantuvo a pesar de su anterior renuncia.

La noticia circuló por su entorno, citado en el diario La Nación (propiedad de la familia Mitre de la que es parte Esmeralda, su esposa), y describió una "oferta laboral irresistible" de parte del macrismo.

En su lugar, asumiría el mexicano Enrique Diemecke, director titular de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Lopérfido mantendrá un contrato con el Gobierno de Macri para desempeñar una "representación internacional" del teatro y seguirá al frente de Ópera Latinoamérica (OLA), según informó La Nación. Dicha tarea tendrá lugar en Berlín, donde "será una especie de embajador cultural, se exilia con salario", afirmó una fuente del Teatro Colón.

El repudio de la comunidad artística y los roces de Lopérfido con algunos colaboradores de la actual directora general del teatro, María Victoria Alcaraz, decantaron en este alejamiento que lo ubica en Alemania, con un salario como empleado del Gobierno en el exterior.

Nuevas autoridades

Ante su nombramiento, Diemecke manifestó: "Es un enorme orgullo para mi asumir la responsabilidad de conducir los destinos de programación y la producción artística de un Teatro como el Colón, agradezco esta oportunidad que me brindan y dejaré todo mi esfuerzo para mantener bien alto el prestigio de nuestro Teatro", se reprodujo en un comunicado del Teatro Colón.

Mientras que Maximiliano Guerra también dejó la Dirección del Ballet Estable, y la que asume es la ex primera bailarina Paloma Herrera.

"Acepto este reto con un enorme orgullo y agradecimiento. El Colón me dio todo, amo esta casa en la que crecí desde muy niña. Es una gran satisfacción para mi devolverle al Teatro todo lo que me dio y poder proyectar a nuestro extraordinario cuerpo de baile al mundo", aseguró Herrera.