El tema "La Memoria" fue escrito por León Gieco y registrado por un centenar de artistas, con dirección y producción musical de Lito Vitale.

Entre los músicos que participaron están el propio León Gieco, Gustavo Santaolalla, Jairo, Rodolfo Mederos, Pedro Aznar, Litto Nebbia, Victor Heredia, Piero, Nito Mestre, Raul Porchetto, David Lebón, Peteco Carabajal, Abel Pintos, Chango Spasiuk, Ricardo Mollo, Luis Salinas, Juan Carlos Baglietto, Alejandro lerner, Diego Torres, Andrés Ciro, Axel, Patricia Sosa, Julia Zenko, Sandra Mihanovich, Celeste Carballo, Soledad Pastorutti, Elena Roger, Valeria Lynch, Natalia Oreiro, Lali Espósito, Pimpinela, Raúl Lavié, Adriana Varela, Los Nocheros, Teresa Parodi, Hilda Lizarazu, Nacha Guevara, y Karina La Princesita, entre otros.

"Más allá del nombre de cada una de las tragedias, compartimos el compromiso contra el olvido y la impunidad.
Bajo esta premisa, la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina)  decidió conmemorar el 22º aniversario del atentado terrorista que sufrió el 18 de julio de 1994, con una iniciativa artística y colectiva que impulsó no sólo para pedir Justicia para su propia causa, sino para todas las tragedias que, como sociedad, no debemos olvidar. Somos lo que recordamos"; comunicaron desde la AMIA. 

Cien músicos argentinos interpretaron el tema de Gieco en homenaje a los muertos en la AMIA

“La memoria”, letra y música de León Gieco

“Los viejos amores que no están, la ilusión de los que perdieron, todas las promesas que se van, y los que en cualquier guerra se cayeron.

Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia.

El engaño y la complicidad de los genocidas que están sueltos, el indulto y el punto final a las bestias de aquel infierno.

Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia.

La memoria despierta para herir a los pueblos dormidos que no la dejan vivir libre como el viento.

Los desaparecidos que se buscan con el color de sus nacimientos, el hambre y la abundancia que se juntan, el mal trato con su mal recuerdo.

Todo está clavado en la memoria, espina de la vida y de la historia.

Dos mil comerían por un año con lo que cuesta un minuto militar Cuántos dejarían de ser esclavos por el precio de una bomba al mar.

Todo está clavado en la memoria, espina de la vida y de la historia.

La memoria pincha hasta sangrar, a los pueblos que la amarran y no la dejan andar libre como el viento.

Todos los muertos de la A.M.I.A. y los de la Embajada de Israel, el poder secreto de las armas, la justicia que mira y no ve.

Todo está escondido en la memoria, refugio de la vida y de la historia.

Fue cuando se callaron las iglesias, fue cuando el fútbol se lo comió todo, que los padres palotinos y Angelelli dejaron su sangre en el lodo.

Todo está escondido en la memoria, refugio de la vida y de la historia.

La memoria estalla hasta vencer a los pueblos que la aplastan y que no la dejan ser libre como el viento.

La bala a Chico Méndez en Brasil, 150.000 guatemaltecos, los mineros que enfrentan al fusil, represión estudiantil en México.

Todo está cargado en la memoria, arma de la vida y de la historia.

América con almas destruidas, los chicos que mata el escuadrón, suplicio de Mugica por las villas, dignidad de Rodolfo Walsh.

Todo está cargado en la memoria, arma de la vida y de la historia.

La memoria apunta hasta matar a los pueblos que la callan y no la dejan volar libre como el viento”.