"No somos simples mortales, sino creadores de nuestro propio destino" dijo alguna vez Eduardo Pla que nació en Buenos Aires en 1952 y que efectivamente rindió honores a esa frase con una obra intensa y clave en lo digital.

Urbanismo, música (Pla dirigió y fue premiado por el video de New Orden Blue Monday), arquitectura, ficciones y la necesidad de experimentar fueron algunas de sus muchas matrices para una obra prolífica que dividió en tres grandes períodos: el analógico con experiencias en cine y video (1968-1982); el digital (1983-2001) en el que se destacan sus obras de rostros compuestos por mosaicos de diferentes imágenes miniaturizadas del mismo rostro.

Y su tercer período (2002-2012) llamado por el mismo Pla como expandido en el que descollan los juegos geométricos, las famosas esferas inflables e intervenciones en espacios públicos.

Luego de su temprana muerte en 2012, su familia decidió mantener viva su obra a partir del uso de un espacio que era su taller. Hablamos con Celina Pla, una de sus sobrinas, que está a cargo de este espacio que no deja de crecer latiendo al ritmo desenfrenado de lo digital.

—En entrevistas previas remarcás constantemente que este espacio fue pensado como un homenaje ¿Qué entendés por el mismo?


Celina Pla (CP)— Luego de la muerte de Eduardo, cuando sus cinco sobrinos (él no tenía hijos) nos encontramos con toda su obra, fuimos conscientes de su enorme  producción y sentimos que merecían un espacio de exposición y estar a disposición del público. Hablamos de homenaje porque se armó este espacio desde la admiración y respeto hacia sus cuarenta años dedicados al arte, es decir, en honor a Eduardo, a quien consideramos además de un gran tío para todos nosotros, un gran artista.


Además, luego de vivir veinte años en Italia, donde fue muy reconocido y logró posicionarse fuertemente como artista, cuando volvió en 1995 a Buenos Aires, le costó mucho hacerse un lugar acá.

Él venía trabajando como artista multimedial, en lo que fue pionero acá en Argentina, por lo que le costó mucho ser reconocido como artista. Lo catalogaban como diseñador, publicista, y luego de presentarse en el Palais de Glace, el Museo Nacional de Bellas Artes, Centro Cultural Recoleta, entre otros, logró ser validado por las instituciones y tener su reconocimiento.


Espacio Pla, no es una galería ni un museo, es un espacio cultural que además de exhibir la obra de Eduardo Pla tiene como objetivo promover el arte digital en general, y esto también forma parte del homenaje a su carrera, habiendo sido uno de los primeros en trabajar con nuevos medios en Argentina.

Foto Santiago Mele. Espacio Pla.

—Señalaste que no se trata de un museo y eso se ve en la apuesta que hacen a la circulación de arte ¿cómo surgió?

CP— En un primer momento pensamos en un gran exposición de sus obras de forma permanente pero a medida que avanzó el proyecto y aprovechando el espacio que teníamos, la cosa fue creciendo.

El hecho también de hacerme cargo de Espacio Pla y de querer gestionar un espacio vivo y en movimiento, surgió la idea de tener una de las plantas con la obra de Eduardo y utilizar la otra sala para invitar a artistas digitales a exponer.


Desde que abrimos en octubre 2014, tuvimos una exposición en las dos salas con la obra de Eduardo que recorría sus cuarenta años en el arte, y a partir de junio de 2015 arrancamos con las muestras de otros artistas. Durante junio y julio, se expuso la muestra "Satélite" de Maximiliano Bellmann y ahora está en exposición "Simplificar el pantano" de Mateo Amaral hasta el 2 de octubre.
Del 1 de noviembre al 31 de enero del próximo año, estaremos participando de una Bienal de Arte Digital The Wrong donde fuimos aprobados como única sede en la Ciudad de Buenos Aires, representando al país en esta Bienal. Estamos trabajando junto a Merlina Rañi, quien va a ser la curadora y tenemos convocados a 20 artistas digitales.



—La familia entonces no va a venir...


CP— (risas) Eduardo Pla también va a estar presente. La curaduría para The Wrong va a centrarse en la ontología del tiempo en Internet, aprovechando la plasticidad de lo virtual para generar distintas visiones sobre una atemporalidad o sobre una temporalidad que no necesariamente es secuencial, y el hecho de que Eduardo no esté presente en el plano físico pero pueda estar presente con su obra está relacionado con este tiempo virtual que se rige por otro orden, uno que es multidireccional en potencia y reversible.



— También tiene que ver con la actualidad de su obra. Más allá que muchos digan "es re ´90s" fue un precursor y eso hace que todavía Pla esté en la vanguardia.


CP— Totalmente. Eduardo siempre estuvo adelantando a su tiempo, en los 70 fue uno de los primeros en filmar y generar contenido a color, en los 80 arrancó a modelar en 3D, cuando todavía ni se empezaba a hablar de lo tridimensional, generó obras cortadas a láser, procesos muy actuales que aún están vigentes. Hoy Eduardo sería un fanático de la impresión 3D.



- Y a la hora de clasificar la obra de tu tío en el museo ¿cómo hicieron?

CP— Respetamos la clasificación que hizo para la última muestra en la Sala Cronopios en Recoleta en el año 2011. Dividió su obra en tres períodos: analógico, digital y expandido. Lo analógico fueron sus primeros trabajos audiovisuales, varios cortometrajes, un noticiero under del año 1968 con Marta Minujín llamado Buenos Aires Hoy Ya, Alicia en el País de las Maravillas en el 74…

Una escena de la película (1974)



- Charly García musicalizó la película...

CP— El tema de Charly  "Alicia en el país" fue hecho para esta película. Eduardo trabajó como productor en una radio rockanrrolera donde conoció a Charly y se hicieron amigos. Charly además de este tema hizo la musicalización de toda la película.

El período digital comienza con su acercamiento a la computadora donde comienza a extraer fotogramas del material analógico y empieza a intervenirlas digitalmente, sus primeros modelados  3D, trabajos textiles a partir de diseños digitales, etc. Y por último, el período expandido, es cómo decidió materializar sus trabajos digitales, donde se pueden ver instalaciones lumínicas, esculturas, acrílicos e impresiones digitales.



- Me acuerdo, y hoy lo repetiste, que cuando nos conocimos me dijiste que Eduardo era "malísimo como plástico".

CP— (se ríe con ganas) Es que le pedías que te dibujara algo y hacía una casita con palitos. Era malo, malo.

Pla con Gasalla en 2012.

- Todavía está ese cliché de decir "soy artista" y que piensen que dibujás como Leonardo...

CP— Cuando viene gente les muestro el taller de Eduardo y ven una computadora, eso sorprende, no es un clásico taller de artista con pintura, pinceles y lienzos.



- Muchas de las obras estaban a la intemperie... ¿no le molestaba que no estuviesen en un museo o pared específica?.

CP— Es que su verdadera pasión eran sus intervenciones en espacios públicos, le fascinaban. Este tipo de proyectos, que le implicaban ponerse a estudiar, que le generaban nuevos desafíos donde tenía que explorar la arquitectura, el urbanismo del lugar, le encantaban.

Foto Santiago Mele. Espacio Pla.


- El Espacio tiene una biblioteca de consulta ¿cómo se puede acceder a la misma?

CP— Trajimos todos los libros que Eduardo tenía en su casa para acá y armamos una biblioteca con todo esta material de consulta. El acceso es libre y gratuito de miércoles a sábado de 16 a 20 hs.



- Otra pata fuerte en la actualización del espacio son los talleres...

CP— El foco siempre es seguir construyendo la escena del arte y nuevos medios. Todos los cursos que planteamos están relacionados con el arte digital. Tenemos talleres de Aplicación del color digital, de Arte y Luz, Modelación 3D y Arte Interactivo. Ahora estamos armando el programa para los tres meses de Bienal y el 2016.

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Espacio Pla

Miércoles a sábados de 16 a 19 hs.

(Para visitas guiadas o fuera de esos días y horarios contactarse previamente)

Malabia 1841, Loft 2. Palermo. 4833-5838

Nueva exposición hasta el 2 de octubre- MATEO AMARAL "Simplificar el pantano"