La historia de que el pintor neerlandés Vincent van Gogh le regaló su famosa oreja a una mujer hija de un granjero que trabajaba en un burdel está bastante difundida, sin embargo hasta el momento no se sabía quién era la destinataria de tan bizarra ofrenda de amor. 

El libro de Bernadette Murphy 'La oreja de Van Gogh: La verdadera historia' fue clave para descubrir el secreto sobre esa mujer. Su nombre era Gabrielle Berlatier, informó The Art Newspaper. Murphy sabía quién era la mujer cuando escribió su libro pero guardó el secreto: "Hasta que no me sea permitido por la familia no reveleré su apellido, y respetaré sus deseos manteniéndolo en privado". 

A partir de la lectura del libro de Murphy desde el diario hicieron un seguimiento de las mujeres que respondían a la edad y condición de hijas de granjeros de la época en la zona y revisaron los registros del Instituto Pasteur en París, donde Gabrielle Berlatier fue tratada por tener rabia. 

En los registros médicos figura que Gabrielle Berlatier tenía 18 años y vivía en Mas de Faravelle in Moulès, una villa a diez kilómetros al este de Arlés, en Provenza.  El 8 de enero de 1888 fue mordida en el brazo izquierdo por un perro rabioso que era del pastor de la familia, Monsieur Moreau.

El registro médico de Gabrielle en París que la llevó a trabajar en la ciudad tras ser mordida por un perro.
El registro médico de Gabrielle en París que la llevó a trabajar en la ciudad tras ser mordida por un perro.

Gabrielle tuvo que atravesar un doloroso proceso en el que cauterizaron su herida con un hierro caliente y le dejaron una gran cicatriz aunque pudo salvar su vida. 

Ya en 1936 se había hablado de "Gaby" para referirse a la mujer que recibió la oreja del pintor cuando la policía tomó nota del traumático hecho ocurrido en el  burdel de la 1 Rue du Bout de Arlés. La extraña entrega ocurrió a las 23.30 hs del 23 de diciembre de 1888; según los registros policiales donde también figuraba el nombre de "Rachel", un posible seudónimo de la joven para prostituirse aunque hay quiénes insisten- incluida Murphy- que la joven sólo era una doncella que trabajaba ahí y que no vendía su cuerpo. 

Además hay evidencia que sugiere que Gabrielle trabajó en el área de limpieza del  Café de la Gare, que era administrado por Joseph y Marie Ginoux., amigos de Van Gogh. Además el artista se hospedó allí antes de mudarse en 1888 a la Casa Amarilla con Gauguin.   

Martin Bailey trabaja en un nuevo libro "Estudio del Sur: Van Gogh en Provenza" donde termina de desarrollar sus conclusiones en los que todos los caminos de la destinataria de la oreja es  Gabrielle Berlatier. 

Fuente: The Art Newspaper