Un caso de aparente lesbofobia desató el escándalo en la Escuela N° 31 de Partido de Morón, conocida popularmente en la zona oeste por su nombre: Manuel Dorrego.

Esta semana tomó estado público que una docente de ese establecimiento secundario separó a dos alumnas que estaban tomadas de la mano durante un recreo. Ante semejante situación intervino el director de la escuela, quien lejos de atemperar la situación, dio toda la razón a la profesora.

No sólo eso sino que Gustavo Martínez, titular del establecimiento educativo público, se acercó a las jóvenes y dijo la frase: "Tengo amigos homosexuales y no dejo que se besen o se abracen delante de mis hijos, porque podrían salir igual que ellos…"

Así lo denunció el centro de estudiantes de la escuela, destacando “la gravedad que representa este hecho, ya que va en contra de años de lucha y manifestación social plasmados en un conjunto de leyes a favor de la diversidad sexual”.

El hecho motivó que no solamente los estudiantes lo repudiaron, sino incluso un numeroso grupo de docentes que presta servicios en el Manuel Dorrego.