Candidata o no, distante o activa, todo lo que sucede en el peronismo bonaerense gira en torno a la figura de Cristina Fernández de Kirchner. Este viernes, el mensaje que envió la ex Presidenta desde su cuenta de Twitter en la previa del encuentro en San Vicente volvió a ser prueba de ello.

En la cronología de hechos, el cónclave de este mediodía en la emblemática quinta de 'Perón y Evita' se produce tras la suspensión del que iba a llevarse a cabo el sábado pasado en Santa Teresita. Allí iba a darse una foto que estimaban importante, ya que intendentes de los diversos sectores del FpV (Esmeralda, Fénix y kirchneristas puros), así como La Cámpora y el randazzismo, con el agregado de la participación de la CGT, se iban a mostrar juntos. Sin embargo, alegando pretextos climáticos (una supuesta tormenta que nunca fue tal) el encuentro se suspendió de un día para el otro. Lo que trascendió por lo bajo es que el clima enrarecido era más bien el político. 

Según se dijo, el inconveniente giró en torno al contenido de un documento en el que se elogiaba la gestión de CFK y se llamaba a marchar a Comodoro Py el 7 de marzo. El evento judicial se superpone con la marcha que fogonea la CGT para esa misma fecha. La central obrera que conduce el triunvirato desde la unificación del año pasado, ahora se muestra decidida algo más decidida a enfrentar al Gobierno al tiempo que busca aglutinar a la oposición. Con las elecciones cerca, los lugares de las listas comienzan a marcar el camino de la unidad tanto para opositores acérrimos como para los dialoguistas. 

Justamente bajo el título "Unidos por el trabajo", el titular del PJ Bonerense Fernando Espinoza volvió a convocar a todos los sectores para este viernes al mediodía. La palabra 'unidad' ante la crisis direcciona los discursos que ya están escuchando desde San Vicente hacia una crítica directa al oficiaislismo y no tan centrada en el ombligo peronista. "Qué carajo le importan los trabajdores a este Gobierno", dijo a los gritos el intendente de Lomas Martín Insaurralde, cuando le tocó agarrar el micrófono, mientras se escribía esta nota.

Pero la nueva fecha no zanjaba necesariamente las asperezas respecto de qué hacer el 7 de marzo. Ausente en cuerpo pero presente en desde las redes, fue la propia Cristina la que les envió el mensaje. 

"El 7, yo lo veo a Bonadío, pero por favor... Ustedes hagan que el Gobierno vea al Pueblo. Marchen junto a los trabajadores y trabajadoras", tuiteó la exmandataria una hora antes de que dé inicio el cónclave.

Mientras uno y otro espacio se cruzaban respecto de qué diría el documento que se firmaría sobre la exjefa de Estado, Cristina se desmarcó de quienes la enfrentaban al paro de la CGT y, encima, terminó por ser ella una de las convocantes.

Por estas horas y a la espera de lo que termine el encuentro de San Vicente, una cosa queda clara. El Frente para la Victoria no podrá tomar ninguna decisión hasta que CFK defina su participación o no en las elecciones de octubre. Por convicción o por temor a quedar con los pies afuera del plato, nadie dentro del peronismo bonaerense quiere aventurarse a armar juego antes de tiempo.