El trabajo de remoción de los cuerpos estuvo a cargo de la argentina Marta Mirazón y da cuenta de una masacre de cazadores- recolectores que representaría el conflicto más antiguo conocido hasta el momento entre grupos rivales.

De los 27 cuerpos hallados, 21 eran adultos (ocho hombres, ocho mujeres y cinco que no han sido identificados).  Una de las mujeres estaba embarazada de entre seis y nueve meses. El resto eran niños y un adolescente.

Doce de los esqueletos estaban prácticamente completos y algunos se encontraban boca abajo. La embarazada estaba atada de pies y manos. Los huesos tienen heridas de flechas y graves daños en la cabeza.

“Nataruk es primera evidencia de violencia intergrupal entre los cazadores-recolectores, independientemente de la fecha, en este caso unos 10 mil años. Evidencias violentas hay con anterioridad, pero se refieren a individuos, no a dos grupos enfrentados", explicó José Manuel Maíllo Fernández, profesor del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED y coautor del estudio.

Y agregó: "Es cierto que a lo largo del Holoceno, con fechas más modernas, hay pruebas de violencia intergrupal, también entre los Neolíticos (ya productores) y los cazadores-recolectores. En el caso de Nataruk, los dos grupos enfrentados son cazadores-recolectores”.