El extenso estudio fue publicado en la revista Circulation: Cardiovascular Genetics y fue dirigido por diversas instituciones internacionales en colaboración con los investigadores de Epidemiología y Genética Cardiovascular del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona.

El nuevo test- que funciona con una muestra de saliva del paciente- permite analizar 11 variantes genéticas que predicen el riesgo cardiovascular (RC) a largo plazo estableciendo un aproximado de 10 años desde la fecha en que se realiza. 

La investigación, denominada GERA “Clinical Utility of Multi-marker Genetic Risk scores for Prediction of Incident Coronary Heart Disease”, fue validada a partir del estudio y seguimiento de los 52.000 pacientes durante seis años y complementó el seguimiento de personas que ya  presentan factores de riesgo clínicos clásicos como,  hipertensión, colesterol, diabetes, tabaquismo, obesidad y sedentarismo.

Como destacaron los  investigadores, se trata del trabajo desarrollado con mayor número de casos publicado en la literatura médico-científica en este campo. Y además tiene la particularidad de focalizarse en personas que a simple vista no son de alto riesgo pero con un test genético pueden prevenirse infartos sin síntomas visibles. 

“A las personas con una carga genética alta se les incrementa hasta un 80% el riesgo de sufrir una cardiopatía isquémica“, señaló el  Dr. Roberto Elosua y destacó que el resultado del test proporciona una información genética en sí misma y complementaria a la cuantificación del nivel de riesgo cardiovascular individual.

Fuente: EFE futuro