Entre abril de 2015 y noviembre de 2016, el Hospital UMC de Utrecht, en Holanda, se mandó una tremenda: según admitieron sus propios directivos, 26 mujeres que se atendieron en este centro, pudieron ser inseminadas artificialmente con el esperma equivocado.

De acuerdo con el sitio El Mundo, los directivos, que intentaron relativizar el escándalo, argumentaron que se produjo “un error humano” que podría haber afectado a 26 parejas, aunque indicaron que “es poco probable” que haya pasado.

Los especialistas reconocieron que podrían haber inseminado óvulos con el esperma equivocado, o implantado embriones en la paciente que no correspondía.

"El esperma de un tratamiento previo estaba aún en la herramienta y puede terminar en la fecundación de los óvulos en los siguientes casos", explicó un vocero de la institución.