Los jóvenes del siglo XXI, denominados 'millennals' son centro de estudios constantes. Se los llegó a denominar con características de depresión, baja autoestima, caprichosos y con ambiciones. Ahora apareció una nueva teoría sobre la sexualidad entre la franja etaria entre los 20 y los 25. 

Un análisis de la Universidad de San Diego que fue publicado en la revista científica 'Archives of Sexual Behavior' reveló que "la generación Y" -nacidos entre las décadas del '80 y '90- tienen menos sexo una vez cumplidos los 18 años que sus antepasados de la Generación X. 

Para ello, realizaron encuestas a unas 26.707 personas, todas estadounidenses que sorprendieron con sus respuestas: el 15 por ciento entre 20 y 24 años confirmó no haber tenido ninguna pareja sexual desde los 18 en adelante, mientras que entre los de la generación X, sólo el 6 por ciento tenían la misma edad. Lo llamativo fue que la falta de actividad sexual se vio más reflejada más entre las mujeres. 

"En materia de sexualidad adolescente un gran cambio fue la tecnología seguida por la comunicación online, la perdida de límite entre lo privado y lo público, el uso de la intimidad por otros sin tener en cuenta los sentimientos, en especial de adolescentes, quienes se encuentran en una etapa de gran vulnerabilidad emocional. Los cambios rápidos, efímeros, la falta de tiempo para procesar, vincularse, pensar y sentir llevan a una sexualidad desprovista de emociones, aburrida y para experimentarlas empiezan a buscar estímulos que amplifiquen las sensaciones dormidas, que les hagan olvidar las faltas de objetivos, la falta de vínculos, el dolor, la inmediatez", le aseguró a Infobae Silvina Valente presidente de la Sociedad Argentina de sexualidad Humana (SASH).

Además,se remarca el factor fundamental de la generación de las redes sociales, y cómo deteriora la posibilidad de "relaciones verdaderas" entre los jóvenes, quienes más consumen "aplicaciones" para conseguir citas. Así lo explica Jean M. Twenge, psicóloga de la Universidad de San Diego: "Aunque aparentemente la tecnología y las aplicaciones para ligar, en teoría, ayudan a los Millenials a encontrar rollos sexuales más fácilmente, puede también tener un efecto contrario y es que los jóvenes pasan tanto tiempo conectados online que interactúan menso en persona, y por consiguiente, no mantienen relaciones verdaderas".  

Por otro lado, desarrolla la teoría de que "una proporción mucho mayor de veinteañeros, respecto a la generación X, viven con sus padres, retrasan la edad del matrimonio y pasan más tiempo consumiendo ocio individual".

Pero para los científicos y médicos ven una cuestión positiva en esta cuestión, y así lo destacó Twenge: "Es una buena noticia para la salud sexual y emocional que los jóvenes esperen a tener relaciones sexuales hasta que realmente estén preparados".